En función de esto, deberás elegir el color y también el tipo de piso.
Los tonos claros, como los blancos, dan más luminosidad y aumentan la sensación de amplitud. Los grises se caracterizan por su magnetismo y encajan en cualquier ambiente. Los beiges dan protagonismo a la madera y combinan perfectamente con todos los estilos. Oscuros: Ofrecen mayor calidez y un toque de distinción. Los tonos rojizos aportan calidez. Más naturales: Recrean la madera, ofreciendo un estilo más rústico. Si te gusta más Brillante y limpio, entonces elige los tonos brillantes.